La Fuente de la Vida

Por el título (en inglés "The Fountain") parecía que iba a ser una película magnífica, más aún si teníamos en cuenta al director: Darren Aronofsky. Sin embargo, la película me decepcionó bastante, hasta el punto de plantearme no acabarla. Pero quizá más por orgullo que por curiosidad, me decidí a ver qué deparaba el final de esta película. Pero tampoco mereció la pena.

Contando en sus filas con Rachel Weisz y Hugh Jackman es dificil de creer que la pelicula pueda tener una calidad tan deficiente. Pero el problema no son los actores, tal vez ni siquiera sea un problema de guión o argumento...sino de cómo se ha llevado la pelicula a delante, y sí, por qué no, también del argumento, para qué engañarnos.

En total, nos encontramos con tres historias que se intercalan a lo largo de la película, manteniendo a Hugh Jackman como centro de las tres tramas, dos de ellas irreales (e imposibles) y una real, que es sobre la que se asientan las otras dos. A cada cual más surealista.



La trama realista, la principal, es la historia de un oncólogo, Tommy (Hugh Jackman), que trabaja intentando curar tumores en monos, a los que somete a pruebas y opera. Su mujer Izzy (Rachel Weisz), que está escribiendo un libro sobre la historia de la conquista de las américas, sufre un cancer que poco a poco va acabando con ella. Ante esto, Tommy, decide intentar ayudarla, y comienza a leer el libro.

¡Qué libro! ¡Qué historias! ¡En qué lugar nos deja a los españoles! Para empezar, parece que un ...cura, o sacerdote alto cargo de la inquisición, se dedica a conquistar provincias de España a base de buscar a la Reina (!) la cual vive en la Mezquita de Córdoba. El resto de detalles escabrosos os dejo que los descubráis vosotros. La historia del libro se basa en cómo un hombre anónimo se va al Dorado a buscar "la fuente de la vida" que es un árbol: esta es la segunda historia que se nos muestra en la película.

La tercera consiste en un Tommy calvo, en pijama, en una bola de energía en la que vive con un arbol cuya corteza tiene pelo, y del que se alimenta mientras se tatúa el cuerpo con una pluma estilográfica al más puro estilo Memento, sólo que en este caso lo hace por que sí. La burbuja transparente está en el espacio flotando, muy budista y armonioso todo.

Ante este panorama es complicado tomarse la película en serio, sin embargo, lo más cómico del asunto es que aunque no lo parezca, no es una broma, es todo muy profundo y serio. La trama no tiene mucho misterio, es muy predecible. Con escenas que thacen que te preguntes "¿Qué hago viendo yo esto todavía?" o "¿Cómo pudieron engañar a Hugh Jackman para hacer esto?" "¿Por qué Rachel Weisz me da grima ahora?" y pregunta que más se repite es sin duda "¿Es una broma?".

Y yo también me pregunto en qué pensaba Aronofski cuando rodó semejante película después del increíble trabajo que hizo con Requiem por un Sueño y Pi, fe en el caos. ¡Menos mal que la película es corta! (dura 90 minutos)

Lo que siempre hago después de ver una película que no me gusta es ir a filmaffinity y cebarme con las criticas negativas (y reirme, mucho). Esta película no es menos, de hecho, las críticas son afiladas, hilarantes...y muy muy mordaces. Hay muchas críticas buenas, eso no lo olvidemos, siempre hay gente que adora las películas raras y cree ver en ellas un algo que, o yo soy una negada para ver, o realmente no está.
Para gustos los colores, supongo.